Notas Médicas

El verano y el corazón


Todo el mundo sabe que en el verano debemos protegernos del calor y del sol para evitar deshidratarnos o sufrir quemaduras o una insolación. Pero deberíamos saber que las altas temperaturas del verano también pueden afectar nuestra salud cardiovascular.


Aunque las patologías cardiovasculares se asocian principalmente con el frío, también pueden producirse problemas asociados a una exposición al calor excesivo. De hecho, las principales causas de mortalidad durante las olas de calor se relacionan con las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias.

Esto se debe a que en los meses de más calor las personas pueden deshidratarse, acentuándose el riesgo cardiovascular en los individuos más propensos.


¿Qué recomendaciones debe seguir el paciente con cardiopatías?

Es recomendable que todos aquellos pacientes que presenten un elevado riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares tengan en cuenta las siguientes indicaciones:

  • Evitar los cambios bruscos de temperatura.
  • Usar ropa adecuada al clima y al nivel de actividad que se realiza.
  • Limitar los esfuerzos físicos al aire libre, sobre todo en las horas de más calor. Y si es posible, evitar también salir a la calle en esos momentos.
  • Teniendo en cuenta que la mayor parte del calor corporal se pierde por la cabeza, necesitamos utilizar un gorro que preferiblemente cubra también las orejas.
  • No consumir alcohol porque altera la regulación de la temperatura corporal y facilita la pérdida de líquido.
  • Ingerir líquidos (idealmente agua) para evitar la deshidratación.



Insuficiencia cardiaca, calor y ejercicio


Las personas con insuficiencia cardíaca y otras enfermedades crónicas no deben practicar ejercicio al aire libre en condiciones de mucho calor y humedad, ya que su corazón tiene una menor capacidad de reserva para eliminar el calor del cuerpo y puede sobrecargarse. Además, los pacientes que toman diuréticos que eliminan el exceso de agua del cuerpo y reducen su capacidad de sudoración, deben extremar las precauciones y consultar incluso con su médico para evaluar si no es necesario un ajuste de su medicación.



Grupos más vulnerables al calor


Las altas temperaturas hacen que ciertos grupos de personas sean más propensos a deshidratarse. Por ello, hay que prestar mucha atención si usted o su familia no pertenecen a estos grupos:

  • Personas de edad avanzada.
  • Pacientes con enfermedades preexistentes y con algún factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Niños menores de 5 años.


El verano es una de las épocas en que se puede disfrutar al máximo por las temperaturas y la posibilidad de estar al aire libre, para poder hacerlo de la forma más saludable posible y evitar problemas de salud hay que cuidarse y de ser necesario se recomienda una visita a su médico de cabecera.




EL INSTITUTO TIENE COMO PRINCIPALES EJES DE TRABAJO LA PREVENCIÓN,
EL DIAGNÓSTICO, EL TRATAMIENTO, LA REHABILITACIÓN E INVESTIGACIÓN
DE LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES.