1. ¿ Qué son las várices?
Normalmente, las venas de las piernas transportan los desechos de la sangre hacia el corazón. Esto es
posible gracias a las válvulas que contienen en su interior, las cuales se abren y se cierran, posibilitando
que el flujo sanguíneo adopte una única dirección en contra de la gravedad. Si este mecanismo sufre alguna
alteración, las paredes de las venas comienzan a dilatarse (a causa de la presión que la sangre ejerce
en ellas) y aparecen las várices, consideradas como dilataciones anormales de los vasos venosos.
¿Cuáles son sus causas?
- Posición erecta (que obliga a desafiar la gravedad para que la sangre llegue al corazón)
- Herencia (una persona con historia familiar de várices tiene mayores chances de padecerlas)
- Trastornos hormonales
- Sobrepeso
- Sedentarismo
- Tabaquismo
- Dieta pobre en fibras (frutas y verduras)
¿Por qué las várices son más frecuentes en las mujeres que en los
hombres?
Porque su aparato hormonal es más complejo y está sujeto a situaciones que sobrecargan el sistema venoso,
como la menstruación y los embarazos. Por otra parte, la masa muscular femenina es más débil
que la masculina y el rol de los músculos es importante en la prevención, ya que una musculatura fuerte
protege las venas y evita su dilatación.
¿Cuáles son los tratamientos actuales para las varices?
El mejor "tratamiento" es la prevención. Pero, una vez que aparecen, hay que consultar al especialista
quien decidirá sobre el tratamiento quirúrgico a seguir. En la actualidad, las incisiones son muy pequeñas
y las operaciones apuntan a corregir tanto la enfermedad como el aspecto estético de las piernas.
¿Se pueden curar en forma definitiva?
No, ya que el componente genético o hereditario es fundamental en su aparición. Además la posición
erecta, que ha adoptado el ser humano, actúa en contra de las venas de nuestras piernas que, al soportar
el peso corporal durante toda la vida, sufren y pueden dilatarse en forma anormal.
Sin embargo hoy pueden detectarse y tratar precozmente, lo que evita dificultades mayores y contribuye
a mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.
Consejos para prevenir las várices
- Descansar varias veces al día, durante 30 minutos, con las piernas levantadas.
- Combatir el sobrepeso.
- Beber 2 litros de agua por día.
- Ingerir abundante cantidad de verduras y frutas.
- Realizar actividad física (caminar, nadar, andar en bicicleta).
- Utilizar medias elásticas desde los 18 ó 20 años.
- Al finalizar la ducha diaria, mojar las piernas con un chorro de agua fría a fin de contribuir a la vasoconstricción de las venas.
- Evitar los pantalones y zapatos ajustados.
2. Arañitas
Aunque tendemos a confundirlas, las arañitas (telangectasias) son diferentes a las várices. Si bien se
relacionan con problemas de insuficiencia venosa, la gran mayoría (generalmente localizadas en los
muslos) aparece en las capas más superficiales de la piel y no constituye un problema serio estético.
Su tratamiento se basa en inyecciones de escleroterapia y tiene como objetivo mejorar estéticamente
la apariencia de la piel. Las inyecciones se introducen en la luz de la telangectasia y producen una
reacción química que se traduce en edema (hinchazón) y engrosamiento de la pared de la arañita, lo
que impide el paso de los glóbulos rojos. A partir del tratamiento, se inicia un proceso (que dura entre
veinte y treinta días) por el cual la zona afectada se va aclarando paulatinamente. Tanto para las
várices como para las arañitas, es muy importante tener en cuenta que el tratamiento debe ser realizado
exclusivamente por profesionales médicos.
El momento ideal para el tratamiento
La época del año ideal para encarar un tratamiento son los meses de otoño e invierno. Los especialistas
recomiendan comenzar en abril por varias razones:
- Los resultados no son inmediatos. Tanto la cirugía de várices como las inyecciones para las telangectasias requieren entre 20 y 30 días de descanso posterior, lo que no permitiría, por ejemplo, exponer las piernas al sol durante los meses de calor.
- La exposición a los rayos solares también aumenta el riesgo de pigmentar las cicatrices post-operatorias.
- Por último, la tolerancia de las vendas elásticas que se utilizan luego de las operaciones es mayor en los meses de frío que en los de intenso calor.
