Introducción

El Síncope es una pérdida brusca de la conciencia y del tono postural de duración breve y recuperación espontánea sin necesidad de maniobras de reanimación, comúnmente llamado desmayo. El Presíncope es una situación que ocurre previamente al Sincope, y es la sensación de atenuación de la conciencia sin llegar a perderla.

Los episodios sincopales ocurren, predominantemente, en niñas y adolescentes, con antecedentes maternos de hipotensión arterial y/o episodios sincopales en la juventud. Pueden presentarse en forma secundaria como una reacción a situaciones estresantes (ejemplos: extracción sanguínea, hemorragia traumática, etc.), o en forma primaria, en posición de pie sin movimientos, o al incorporarse bruscamente. También pueden presentarse en periodos emocionales tales como cambio de estilo de vida, al reiniciar actividades escolares, a mitad o fin de año con exámenes de evaluación.

Su causa es una disminución de los múltiples reflejos normales imprescindibles para mantener la presión arterial en posición de pie, lo cual genera una caída de la presión arterial y la consecuente pérdida de la conciencia en forma súbita o mucho más frecuente con síntomas previos (pre síncope: mareo, palidez y sudoración).

Los episodios son de recuperación rápida en posición acostada (en menos de 1 minuto), y el paciente puede recordar el comienzo del mismo. No hay otras manifestaciones neurológicas (convulsiones, obnubilación persistente, lenta recuperación o incontinencia de esfínteres con micción involuntaria o defecación). Se vuelve a la situación de normalidad en forma espontánea.

Recomendaciones

• No se incorpore bruscamente, hágalo por etapas (primero sentarse y luego pararse).
  
• Evite prolongados tiempos al sol o calor intenso, sin ventilación adecuada.
• No permanezca de pie por períodos prolongados, por ejemplo en formaciones en fila (escuela o en fila de espera). Como los pacientes tienen disminución del retorno venoso, se recomienda, si deben estar de pie por períodos relativamente prolongados, hacer movimientos de las piernas sin deambulación, en el mismo lugar.
• Incentive la actividad física programada y ejercicios respiratorios regulados.
• Ingiera buena cantidad de líquidos.
• No realice ayunos prolongados.
• Aliméntese con sal, a menos que se le hubiera indicado lo contrario.
• Si recibe medicación consulte con su médico sobre la posibilidad de que alguno de ellos pueda favorecer la aparición de episodios sincopales.
• Evite las situaciones que reconoce como desencadenantes (Ej: presenciar curaciones o extracciones de sangre; incorporarse bruscamente).
• Si percibe alguno de los síntomas que preceden al síncope no intente llegar a otro lugar. Siéntese o mejor recuéstese en el lugar (aunque sea en el piso) y si puede eleve las piernas.