Notas Médicas
Nuevas guías de prevención


Más pacientes deberían recibir tratamiento para el colesterol


Es una de las principales conclusiones de una cumbre de cardiólogos realizada el pasado 25 y 26 de abril (2014) en Panamá, con la presencia de más de 200 expertos reunidos con el objetivo de analizar las recientes Guías para la Prevención de la Enfermedad Cardiovascular, las cuales fueron publicadas en la revista Circulation, y su posible aplicación en los países de América Latina. Las nuevas Guías promueven la prevención de la enfermedad coronaria, de los accidentes cerebrovasculares y de la enfermedad arterial periférica a partir del tratamiento con estatinas -la medicación más efectiva para reducir el colesterol- en todos aquellos pacientes que presenten un riesgo aumentado de padecer enfermedad cardiovascular, independientemente de sus niveles de colesterol.

Están orientadas a la evaluación del riesgo de padecer un evento cardiovascular, a las modificaciones en el estilo de vida, a la disminución de los niveles de colesterol para reducir el riesgo, al sobrepeso y a la obesidad. Representan un trabajo conjunto de la Asociación Americana del Corazón (AHA) y del Colegio Americano de Cardiología (ACC), en colaboración con el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y la Sangre de los Estados Unidos, y la asesoría de organizaciones profesionales involucradas en la prevención.

El panel de expertos se concentró en la disminución del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular por aterosclerosis (enfermedad que produce placas en el interior de las arterias), con foco en enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular (stroke) y enfermedad arterial periférica, en personas mayores de 21 años.

Entre sus principales conclusiones se destaca una nueva categorización de los pacientes que deberían recibir tratamiento farmacológico, instando a los médicos a comenzar una terapia de alta o moderada intensidad con estatinas en todos aquellas personas que presenten un riesgo de enfermedad cardiovascular elevado, independientemente de los objetivos específicos de niveles de colesterol LDL (malo) que pudieran buscarse.

El principal desafío de estas nuevas guías es reemplazar el que hasta ahora fue el objetivo del tratamiento, el cual estaba básicamente centrado en la reducción de los niveles elevados de colesterol. Ahora será más importante poner por delante de las cifras de colesterol, el riesgo del paciente.

Estas nuevas recomendaciones se orientan a que las estatinas sean utilizadas principalmente para reducir el riesgo cardiovascular, no solo para disminuir linealmente valores de colesterol. Además, se amplía el rango de la población a tratar: antes trabajábamos sobre aquellos que tenían un riesgo aumentado del 20 por ciento de padecer un evento cardiovascular en los próximos 10 años, y estas guías sugieren tratar a las personas a partir de un riesgo del 10 por ciento.

Así por ejemplo, si el médico tratante identifica que su paciente pertenece a alguno de estos grupos de alto riesgo, debería indicarle tratamiento farmacológico:


1) Todos aquellos que sufrieron un evento cardiovascular como infarto, accidente cerebrovascular o enfermedad arterial periférica

2) Pacientes con colesterol LDL (malo) de más de 190 mg/dL

3) Pacientes diabéticos sin historia de enfermedad cardiovascular

4) Pacientes sin historia de enfermedad cardiovascular, sin diabetes, con niveles de colesterol LDL entre 70-189 mg/dL y un riesgo cardiovascular estimado a 10 años mayor o igual a 7,5% (según score ASCVD)

El score ASCVD es un 'estimador de riesgo' que sustituye a la escala utilizada hasta ahora (Framingham) para calcular el riesgo cardiovascular a 10 años, y consiste en un calculador disponible en las páginas Web de la Asociación Americana del Corazón y del Colegio Americano de Cardiología que se puede descargar en teléfonos móviles. Con esta herramienta, se puede estimar el riesgo de padecer un evento cardiovascular con sólo colocar información solicitada: sexo, edad, raza, colesterol total, nivel de colesterol HDL (bueno), presión arterial, y contestar por sí o por no a las preguntas de si padece de diabetes, fuma o si se ha recibido tratamiento para la presión alta.

El nuevo score está basado en 5 estudios de gran escala que indagaron sobre enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular (ACV), e incluyeron etnias variadas, un gran número de pacientes y poblaciones heterogéneas.

Las nuevas guías establecen también que la obesidad ya no debe verse como un factor de riesgo, sino como una verdadera enfermedad y desde esa perspectiva debe tratarse. Los médicos deben recomendar a sus pacientes hacer cambios en su estilo de vida que incluyan una dieta saludable y ejercicios regulares. Las dos asociaciones aconsejan que la mejor estrategia para perder peso y mantenerlo es un enfoque basado en pilares: comer menos calorías que las que necesita el cuerpo, hacer más ejercicio y cambiar hábitos dañinos.

Estas recomendaciones fueron construidas teniendo en cuenta la mejor evidencia científica disponible y luego de cuatro años de debate sobre los resultados de las investigaciones. En la práctica clínica diaria, estas guías nos alientan a ampliar nuestro horizonte de pacientes a tratar con estatinas, teniendo como objetivo parámetros más estrictos en términos de reducción del riesgo cardiovascular.

Las estatinas siguen siendo los medicamentos más efectivos para reducir el colesterol y deberían combinarse con los cambios en el estilo de vida para obtener los mejores resultados.

 

EL INSTITUTO TIENE COMO PRINCIPALES EJES DE TRABAJO LA PREVENCIÓN,
EL DIAGNÓSTICO, EL TRATAMIENTO, LA REHABILITACIÓN E INVESTIGACIÓN
DE LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES.