Notas Médicas
Cirugía de Revascularización

¿Cuándo debe realizarse?
La enfermedad ateroesclerótica afecta frecuentemente las arterias coronarias determinando obstrucciones. Cuando éstas son complejas, involucran varias arterias o tienen determinadas localizaciones, se indica la cirugía de revascularización miocárdica (CRM).
Actualmente, este procedimiento es relativamente simple y bien tolerado por los pacientes, pudiendo lograrse la reinserción a su vida habitual, por lo general, entre los 20 y 30 días posteriores a la cirugía.


¿En qué consiste el procedimiento?
En esta cirugía, se toman arterias o venas de otra parte del cuerpo para encauzar el flujo de sangre necesario a las arterias coronarias, lo cual se asocia al alivio de síntomas y al aumento de la capacidad de realizar ejercicios.
Su efecto es duradero, sin embargo el control de los factores de riesgo coronario, que intervinieron en la aparición de las obstrucciones, es crucial para obtener un óptimo resultado a largo plazo.


¿Qué estudios deben realizarse previamente?
En todos los casos se requerirá una cinecoronariografia (cateterismo) al igual que análisis de rutina y un eco–doppler carotídeo, para descartar enfermedad carotídea severa concomitante.

¿Qué pasará en el quirófano y en las primeras horas?
Recibirá un medicamento sedante para llegar relajado a la sala de operaciones y se utilizará anestesia general que le permitirá estar dormido y sin dolor durante la intervención quirúrgica (3 a 6 horas).

Luego de terminada la cirugía, el paciente será atendido en una unidad de recuperación cardiovascular donde, por medio de algunos tubos, catéteres y cables, se realizará el adecuado control de las primeras horas. Entre el primero y el segundo día podrá levantarse y caminar lentamente. Podría sentir dolor en el tórax, razón por la cual se le administrarán analgésicos. La internación no suele superar los 4 ó 5 días.


¿Qué sigue después?
Teniendo en cuenta que la mayoría de los pacientes quedan anémicos luego de la cirugía, es importante que su dieta incluya alimentos ricos en hierro (al menos durante el primer mes) no siendo necesario por esto que contengan grasas saturadas o animales. Algunos de los alimentos necesarios son: carnes rojas magras, verduras de hoja verde, cítricos y lentejas. Resulta fundamental que usted aprenda a cuidar todos los Factores de Riesgo, de manera que la cirugía tenga un resultado duradero.

La vida después de la CRM
Gradualmente, el paciente podrá reincorporarse a sus tareas habituales y retomar su vida sexual. Todo esto suele ocurrir cerca del mes de efectuada la CRM. Para prevenir el desarrollo de la enfermedad ateroesclerótica y evitar nuevas apariciones de la enfermedad coronaria, el paciente debe incorporarse a un programa de Rehabilitación Cardiovascular que le permita modificar aquellos hábitos no saludables e iniciar una actividad física supervisada, gradual y adecuada. La eliminación del tabaco es un factor importantísimo para evitar el espasmo arterial y la consiguiente acumulación de placas en las arterias. Después de la cirugía, es fundamental dejar de fumar en forma definitiva. Existen numerosas estrategias que colaborarán en este propósito, como cursos y tratamientos con fármacos. Manteniendo la presión sanguínea y el peso dentro de los límites normales, controlando el stress y con una dieta baja en grasas luego de la cirugía, el paciente disminuirá drásticamente el riesgo de acumulación de sustancias en las arterias. Si el paciente es diabético deberá acceder a un control médico estricto y permanente. Posteriormente se le realizarán chequeos programados. La cirugía no es la cura absoluta de la enfermedad coronaria: es un procedimiento y para que tenga éxito, el paciente debe cambiar ciertas costumbres de vida y reducir los factores de riesgo. En resumen, los factores que deberán controlarse para evitar un nuevo episodio coronario son:

 

EL INSTITUTO TIENE COMO PRINCIPALES EJES DE TRABAJO LA PREVENCIÓN,
EL DIAGNÓSTICO, EL TRATAMIENTO, LA REHABILITACIÓN E INVESTIGACIÓN
DE LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES.