Notas Médicas
El invierno y el corazón. Cómo nos afecta el frío.

El frío no sólo trae un aumento en la prevalencia de las enfermedades infecto contagiosas como la gripe, enfermedades respiratorias o resfríos, sino que además las enfermedades cardiovasculares aumentan alrededor de un 20% en invierno debido a las bajas temperaturas. El frío nos puede perjudicar a todos, pero más a las personas de edad avanzada o a quienes sufren de diabetes, hipertensión o ya padecen alguna enfermedad cardiovascular.

Es por esto que durante esta época del año se ha detectado un aumento en patologías como la angina de pecho, el infarto agudo de miocardio o la cardiopatía isquémica. El frío, es un estímulo vasoconstrictor, es decir, provoca un estrechamiento de las arterias y puede llegar a ocasionar una disminución en la cantidad de sangre que llega al corazón además que un aumento en la presión arterial. Otra consecuencia del frío es el aumento de la demanda de oxígeno por parte del organismo, esto hace que aumente la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Estas manifestaciones pueden producir espasmos en los bronquios que, a su vez, interfieren en la correcta oxigenación de los órganos, incluido el corazón.


Algunos consejos prácticos:

- Abrigarse adecuadamente antes de salir a la calle, ya que el frío puede desencadenar los síntomas antes mencionados. En este sentido, es importante usar la ropa adecuada a la actividad que se realice y un consejo práctico es vestirse por capas de modo de poder adecuarse rápidamente a los cambios de temperatura al cambiar de ambiente.

- Limitar los esfuerzos físicos en las horas en que las temperaturas son más bajas: amanecer y anochecer. Si bien los corredores por temas prácticos y antes de ir al trabajo suelen correr al amanecer, en estas épocas de frío no es el horario más saludable.

- Conviene usar gorro, ya que la parte del cuerpo por donde se pierde más calor es la cabeza.

- Utilizar calzado impermeable cuando se prevé que lloverá ya que permanecer con los pies mojados y fríos baja rápidamente la temperatura corporal.

- En la medida de lo posible y respetando nuestros compromisos no postergables, se recomienda evitar salir de casa los días de frío extremo o mucho viento.

- El alcohol no aumenta la temperatura corporal, y, de hecho, la disminuye aumentando la diuresis y la vasodilatación además de un efecto de descenso de la temperatura en el sistema nervioso central. Otro factor agravante es que como da una sensación de aumento de la temperatura nos terminamos desabrigando creyendo que tenemos calor.

- La nicotina contenida en el tabaco facilita los espasmos cardíacos.

- Vacunarse contra la gripe para evitar las complicaciones de esta enfermedad, especialmente en aquellos que tienen una cardiopatía, enfermedad respiratoria, embarazadas y mayores de 65 años de edad. Se aclara y refuerza, para evitar falsas creencias que la vacuna para la gripe de “ninguna manera” puede ocasionar la enfermedad y es vacuna para la gripe, los resfríos son otra enfermedad ocasionada por otros virus y que lamentablemente no tienen vacuna aún.

- Seguir una dieta adecuada, tanto si la persona ya sufre una patología como ser la hipertensión o diabetes como si se trata de una persona sin patología cardiovascular conocida.

- Los pacientes hipertensos suelen tener valores de presión arterial más elevados en invierno y algunos necesitan un ajuste de medicación. Es por eso importante controlarse la presión y hacer una visita al inicio de la época invernal.


El objetivo último de una alimentación adecuada está en reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, a través de reducir cuantos más factores de riesgo posibles. La alimentación adecuada es uno de los pilares fundamentales dentro de un cambio del estilo de vida global, influye de modo muy significativo sobre todos los factores de riesgo cardiovascular modificables como ser dislipemia (colesterol elevado), hipertensión arterial, diabetes, obesidad y otros. Cualquier síntoma o sensación que un paciente con enfermedad cardiovascular conocida perciba como algo fuera de lo común recomendamos consultarlo a la brevedad con el cardiólogo de cabecera y así evitar las complicaciones de un nuevo episodio cardiovascular. De la misma manera, a todos los pacientes se les recuerda la importancia de hacerse sus controles periódicos para saber cuál es su verdadero estado de salud, ya que tanto la diabetes como la hipertensión arterial y el colesterol son factores de riesgo silentes (no dan síntomas) y su tratamiento en forma precoz nos ayuda a evitar el desarrollo de patologías cardiovasculares.



EL INSTITUTO TIENE COMO PRINCIPALES EJES DE TRABAJO LA PREVENCIÓN,
EL DIAGNÓSTICO, EL TRATAMIENTO, LA REHABILITACIÓN E INVESTIGACIÓN
DE LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES.