Notas Médicas
Pensando en dejar el cigarrillo ¿Podemos hacer algo?

No hace falta aclarar el impacto del tabaco en la salud, pero como repaso y para asociarle algu-nos números, podríamos apelar a información que emerge del INH (Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos de Norteamérica).


El cigarrillo produce daños en casi todos los órganos del cuerpo y es la principal causa prevenible de muerte prematura. Los fumadores mayores de 60 años tienen un índice de mortalidad dos veces más alto que quienes nunca han fumado y se estima que mueren aproximadamente 6 años antes que si no lo hicieran. Dejar de fumar genera beneficios inmediatos para la salud, y es posible recuperar todas o algunas de las reducciones de la expectativa de vida según la edad a la que la persona deje de fumar.


El humo del tabaco contiene al menos 69 sustancias químicas cancerígenas, y el tabaquismo representa al menos el 30% de todas las muertes por cáncer. Las tasas generales de muerte por cáncer de los fumadores son entre dos y cuatro veces más altas que las de los no fumadores.


Entre los distintos tipos de cáncer que produce el tabaco, el más importante es el cáncer de pulmón. El 80-90% de éstos es debido al consumo de tabaco y representa la causa principal de muerte por cáncer tanto para hombres como para mujeres. El tabaquismo también está vinculado con el cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, cuello de útero, riñón y vejiga, así como con las leucemias mieloides agudas.


Además del cáncer, fumar provoca enfermedades pulmonares como bronquitis crónica y enfisema y exacerba los síntomas del asma en adultos y niños. Fumar cigarrillos es el factor de riesgo más importante para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La EPOC es irreversible; una vez que aparece la enfermedad, el daño pulmonar que causa no se repara con el tiempo. De todos modos, nunca es tarde para abandonar. Aunque sea, dejar de sumar daño.


El fumar también aumenta notablemente el riesgo de enfermedades cardíacas, incluidos los accidentes cerebrovasculares, el infarto de miocardio, la muerte súbita, las enfermedades vasculares y aneurismas. Las enfermedades cardiovasculares representan el 40% de todas las muertes relacionadas con el hábito de fumar. El fumar causa enfermedad cardíaca coronaria, que es la principal causa de muerte en el mundo occidental en mayores de 35 años de edad. También está vinculado a muchos otros trastornos importantes de la salud, como la enfermedad reumática, la inflamación y el deterioro de la función inmunitaria y disfunción sexual. El humo de segunda mano, o tabaquismo pasivo o secundario, es una importante preocupación de salud pública y un motor para las políticas de ambientes sin humo. El humo de segunda mano, aumenta el riesgo de mu-chas enfermedades. La exposición al humo de tabaco ambiental entre los no fumadores aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en aproximadamente un 20%. Se estima que el humo de segunda mano causa aproximadamente 53,800 muertes anuales en Estados Unidos. La exposición al humo de tabaco en el hogar también es un factor de riesgo para el asma en los niños.


Fumar también deja residuos químicos en las superficies del lugar donde se ha fumado, que pueden persistir mucho tiempo después de que ha desaparecido el humo. Este fenómeno, conocido como "humo de tercera mano", se reconoce cada vez más como un peligro potencial, especialmente para los niños, que no solo inhalan los vapores que emanan de esos residuos sino que también ingieren residuos que llegan a sus manos cuando se desplazan por el suelo o tocan las paredes y los muebles. Se necesitan más investigaciones sobre los riesgos que plantea el humo de tercera mano para el ser humano, pero un estudio realizado en ratones demostró que la exposición al humo de tercera mano tiene varios efectos en el comportamiento y la salud física, entre ellos hiperactividad y efectos adversos en el hígado y los pulmones.


Ahora vamos a contestar la pregunta del título. ¿Podemos hacer algo?

La respuesta es más que obvia y ya la saben, siempre podemos hacer algo. Si bien todos sabemos que es difícil controlar cualquier adicción, y el tabaquismo lo es. Y tenemos claro el impacto en nuestra salud y en la de quienes nos rodea. Es importante abordar con un profesional de la salud especialmente entrenado y con experiencia para que nos pueda acompañar en este camino que es difícil, pero necesario, y agradecerán haber tomado la decisión.


Hay mucha experiencia con el manejo de cambios de hábitos y conductas y el empleo transitorio de fármacos específicos que permiten reducir los síntomas de abstinencia y hacer posible un mejor control por parte de la persona que intenta dejar de fumar, particularmente durante los primeros días y semanas del abandono. En ningún caso los fármacos se sostienen en el tiempo en forma crónica y representan un aliado fuerte a la hora de abandonar el tabaco.


En el Instituto Cardiovascular Lezica estamos a su disposición y con profesionales entrenados en la cesación tabáquica para ayudarlos. Sólo hay que tomar la decisión y ponerse en las manos de los profesionales de la salud.


EL INSTITUTO TIENE COMO PRINCIPALES EJES DE TRABAJO LA PREVENCIÓN,
EL DIAGNÓSTICO, EL TRATAMIENTO, LA REHABILITACIÓN E INVESTIGACIÓN
DE LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES.