¿Hay algún estudio que advierta tempranamente sobre el riesgo de un accidente cerebrovascular?
Los accidentes cerebrovasculares parecen salir de la nada. Pero la mayoría de ellos se
producen debido a décadas de daño en los vasos sanguíneos y la progresión de placas
ateroscleróticas en las arterias. Eso nos lleva a plantear la pregunta: ¿Existe algún estudio que
advierta tempranamente sobre el riesgo de tener un accidente cerebrovascular?
Y la respuesta es tanto un sí como un no. Un estudio llamado eco doppler carotídeo (o doppler
de vasos de cuello) puede detectar la acumulación de la placa llena de colesterol en las
arterias carótidas del cuello. Estas arterias son las que permiten llegar la sangre al cerebro. El
estudio, que usa ultrasonidos, es rápido, seguro y sin ningún potencial de daño. Es un estudio
que hay que hacer cuando sospechamos un síntoma neurológico por el relato del paciente o
tuvo un accidente cerebrovascular.
Hacerse una ecografía doppler de vasos de cuello también ayuda a cualquier persona a la que
el médico le auscultó un sonido anormal llamado soplo al auscultarle las carótidas con un
estetoscopio. El estudio también es válido cuando el paciente tiene lo que llamamos factores
de riesgo para un potencial accidente cerebrovascular, como un "accidente isquémico
transitorio" previo, presión arterial alta (hipertensión arterial), colesterol alto, diabetes, historia
de tabaquismo o antecedentes heredofamiliares para enfermedad cardiovascular.
Este estudio, como todos los que realizamos en medicina tiene una tasa de resultados falsos
positivos (es algo así como que encontramos algo que luego no se confirma con otro método
diagnóstico) y falsos negativos (que no muestra un problema que luego existe). Pero es un
estudio muy confiable para la detección de estenosis (estrechez) carotídea, que es uno de los
factores que nos predisponen para sufrir un accidente cerebrovasular.
Para la mayoría de las personas el mejor enfoque es visitar a su médico y prestar atención a
los factores que causan o contribuyen a la formación y al crecimiento de una placa
aterosclerótica, como mencionamos previamente, el colesterol elevado en sangre – la presión
arterial alta, obesidad, diabetes, sedentarismo y tabaquismo.
Conseguir que esos factores de riesgo cardiovascular estén bajo control es la mejor manera de
prevenir un accidente cerebrovascular.