Los amantes de los perros saben el amor y compañía que sus compañeros caninos le pueden traer a sus vidas. Pero es posible que no conozcan que la creciente evidencia científica que sugiere que tener un perro puede ayudar a mejorar la salud de su corazón.

El tener mascotas, especialmente un perro, probablemente esté asociado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Esto no significa que haya una clara relación de causa y efecto entre los dos. Pero sí significa que la compañía de una mascota puede ser una parte razonable de una estrategia general para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Varios estudios han demostrado que la gente que tiene perros tiene una presión arterial más baja que los que no lo tienen, probablemente porque sus mascotas tienen un efecto tranquilizante sobre ellos y porque los dueños de perros tienden a hacer más ejercicio. El poder del tacto también parece ser una parte importante de este "efecto de mascota". Varios estudios muestran que la presión arterial disminuye cuando una persona acaricia a un perro.

Hay alguna evidencia de que poseer un perro está asociado con niveles más bajos de colesterol y triglicéridos. Un gran estudio centrado en esta pregunta encontró que los propietarios de perros tenían niveles más bajos de colesterol y triglicéridos que los no propietarios, y que estas diferencias no eran explicables por la dieta, el tabaquismo o su peso corporal. Sin embargo, la razón de estas diferencias aún no está clara.
El efecto calmante de los perros en los seres humanos también parece ayudar a las personas a manejar el estrés. Algunas investigaciones han sugerido que las personas con perros experimentan menos reactividad cardiovascular durante los momentos de estrés. Eso significa que su ritmo cardíaco y la presión arterial suben menos y vuelven a la normalidad más rápidamente, amortiguando los efectos de la tensión en el cuerpo.
Si usted es dueño de un perro o está pensando en ello, los beneficios potenciales para su salud del corazón son una buena ventaja y un motivo más para pensarlo. Sin embargo, las mascotas no deben ser adoptadas con el propósito principal de reducir su riesgo cardiovascular sino la de traer a casa a alguien que será amado, cuidado y respetado como un ser viviente y definitivamente no agregue un perro a su vida si no está listo o capaz de cuidarlo, lo que incluye también el asegurarse de que tenga suficiente ejercicio físico.