Notas Médicas
Obesidad y sobrepeso en niños y adolescentesl

  • Más del 41% de los niños y adolescentes de nuestro país tiene sobrepeso u obesidad. Esas son las cifras que emergen de la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud de la nación. El dato considera a la población de niños y adolescentes de entre 5 y 17 años. Esto confirma que tanto el sobrepeso como la obesidad son el principal problema de malnutrición del país. Este 41% està integrado por 20,7% de sobrepeso y 20,4% de obesidad. La tendencia creciente de este problema se verifica en Argentina asì como en la mayoría de los países del mundo occidental. De este modo, son consideradas la nueva malnutrición; una nueva epidemia que está azotando a nivel global a todos los países.

    El problema de la obesidad infantil además, tendrá consecuencias en la edad adulta de esas personas, condicionando un aumento de las enfermedades crónicas (cardiovasculares, diabetes y cáncer).

    Siguiendo con cifras, el 68% de los adultos tienen exceso de peso. Aunque, a diferencia de niños y adolescentes, en los cuales no hay diferencia por estrato socioeconómico, los adultos de estratos socioeconómicos con menores ingresos tienen un 22% más obesidad que los de mayores ingresos.

    Uno de los principales determinantes en el incremento del sobrepeso y la obesidad es el cambio en los patrones alimentarios con aumento de consumo de alimentos ultra procesados y bebidas azucaradas, menor consumo de alimentos saludables y mayor sedentarismo. Se estima que el 37% de las personas toma bebidas azucaradas diariamente, el 17% consume diariamente productos de pastelería y galletitas dulces, y entre 15 y 36% consumen productos de copetín y golosinas al menos dos veces por semana. Todos estos datos confirman que el patrón alimentario se encuentra lejos de las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) y es siempre menos saludable en niños que en adultos.

    La obesidad es una de las condiciones médicas más fáciles de reconocer, pero su tratamiento es muy complejo e incluye indefectiblemente el cambio de hábitos de vida. Sabemos que frecuentemente los niños con sobrepeso tienden a convertirse en adultos con sobrepeso.
    Como definimos y diferenciamos sobrepeso y obesidad: Para esto empleamos el índice de masa corporal (IMC) que es un número que resulta de dividir el peso sobre la altura al cuadrado. Cuando este número se encuentra entre 20 y 25 el peso es adecuado, entre 25 y 29.9 tenemos sobrepeso y desde 30 en adelante se define obesidad.

    Causas de obesidad
    Las causas de la obesidad incluyen hábitos inadecuados, factores genéticos, biológicos, del comportamiento y culturales. Básicamente la obesidad ocurre cuando una persona come más calorías que las que el cuerpo necesita y “quema”. Si un padre es obeso, hay un 50% de probabilidad de que los niños sean también obesos. Y cuando ambos padres son obesos, los niños tienen un 80% de probabilidad de ser obesos. Esto se debe al conjunto de factores mencionados, que interaccionan entre sí. Si bien algunos desórdenes médicos pueden causar el aumento de peso (como ser el hipotiroidismo), menos del 1% de todos los casos de obesidad son causados por problemas orgánicos. Los principales factores que determinan la obesidad en los niños y adolescentes son:
  • Inadecuados hábitos alimenticios
  • Perder la capacidad para parar de comer (ansiedad, picoteo o binging)
  • Falta de ejercicio
  • Antecedentes de obesidad en la familia
  • Enfermedades médicas (problemas endocrinológicos o neurológicos)
  • Medicamentos (esteroides y algunos medicamentos psiquiátricos)
  • Crisis vitales que causan mucho estrés (separaciones, divorcio, mudanzas, muertes, problemas económicos, violencia, etc.)
  • Baja autoestima
  • Depresión y otros problemas emocionales.

    Riesgos y complicaciones de la obesidad
    Las consecuencias físicas incluyen:
  • Aumento en el riesgo de enfermedad cardiovascular
  • Hipertensión arterial
  • Diabetes
  • Problemas respiratorios
  • Dificultad para dormir
  • Problemas osteomusculares y articulares
  • Depresión
  • Algunos tipos de cáncer

    La obesidad en los niños y adolescentes está también asociada con un aumento en el riesgo de problemas emocionales. Los adolescentes con problemas de peso tienden a tener una autoestima mucho más baja y a tener problemas en la relación con sus pares. La depresión, la ansiedad y los trastornos obsesivo compulsivo también pueden ocurrir.

 

Manejo y tratamiento de la obesidad

Los niños obesos necesitan una evaluación médica por un pediatra o médico de familia para descartar las causas orgánicas. Una vez descartadas las mismas, la única manera de perder peso es lograr el balance adecuado entre ingesta de calorías y actividad física del niño o adolescente. La pérdida de peso duradera sólo puede ocurrir cuando hay motivación propia y se logra un adecuado cambio de hábitos. El saltar de dieta en dieta sin un adecuado cambio de hábitos lleva a una frustración crónica del niño y la familia. El establecer hábitos sanos de comer y hacer ejercicio regularmente como actividad familiar pueden mejorar las oportunidades de lograr exitosamente el control de peso para el niño o adolescente ya que es un programa que debe abarcar al grupo familiar entero idealmente. En el caso de los adultos, a todo lo antes mencionado se pueden agregar tratamientos con medicamentos orales, inyectables y procedimientos quirúrgicos ten los casos que lo ameriten.

El manejo de la obesidad en niños y adolescentes incluye:

  • Reconocer que se tiene el problema y consultar con un profesional de la salud
  • Comenzar un programa de control del peso acorde a lo indicado por el profesional de la salud (evitar dietas y ejercicios promocionados en medios masivos, no personalizados y sin supervisión profesional)
  • Cambiar los hábitos de comer (comer despacio, desarrollar una rutina)
  • Planificar las comidas y hacer una mejor selección de los alimentos [comer menos alimentos grasosos y evitar los alimentos de poco valor nutritivo (fast foods)]. Incluir más vegetales
  • Controlar las porciones y consumir menos calorías
  • Aumentar la actividad física (especialmente el caminar) y tener un patrón de vida más activo
  • Revisar los alimentos que se consumen en la escuela
  • Hacer comidas familiares saludables, sin televisión, celular ni computadora
  • No utilizar los alimentos como premio
  • Hacer las 4 comidas

    La obesidad, lamentablemente, y con frecuencia, se convierte en una cuestión para toda la vida. La razón por la cual la mayoría de los adolescentes recuperan el peso que han perdido es que, al alcanzar su meta, regresan a sus hábitos viejos de mala alimentación y se ejercitan poco. Un adolescente obeso, por lo tanto, tiene que aprender a comer y a disfrutar de los alimentos saludables en cantidad moderada y ejercitarse regularmente para mantener el peso deseado. Los padres de un niño obeso pueden mejorar la autoestima de su hijo enfatizando sus puntos y cualidades positivas en vez de enfocarse en el problema del peso. Es fundamental el acompañar con empatía y no con actitudes de culpabilidad.

    Cuando un niño o adolescente con obesidad también tiene problemas emocionales, el psiquiatra de niños y adolescentes puede trabajar con el médico de la familia y el especialista en nutrición para desarrollar un plan de tratamiento adecuado. Tal plan, ha de incluir metas de pérdida de peso alcanzables, manejo de la actividad física y dieta, modificación del comportamiento y participación de toda la familia.


• American Academy of Child and Adolescent Psychiatry
• https://www.argentina.gob.ar/noticias/Plan-de-alimentacion-saludable-para-la-infancia.


 

 

 

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